No todos los hombres acusados falsamente tienen la misma suerte.

El principio a la presunción de inocencia que cualquier detenido policial e investigado judicial tiene intacto hasta que una sentencia judicial no diga lo contrario no existe cuando el procedimiento judicial versa sobre un supuesto delito de violencia de género. En esta ocasión, la declaración de la  mujer tiene presunción de veracidad, es decir, se presume que el contenido de sus palabras es cierto.

En Vigo, un hombre denunciado por violencia de género ha visto como si hijo de seis años y su hija de diecisiete le han salvado la vida. Los menores desmintieron la versión de su madre cuando llegaron los agentes de la policía y aportaron las pruebas necesarias. La mujer insistía en que su esposo le había agredido en una pierna, pero la verdad es que se había producido un forcejeo porque la denunciante estaba ebria y quería coger el coche a las cinco de la madrugada, en pleno toque de queda.

Según explica la Voz de Galicia, el menor de seis años les explicó a los agentes que “Papá no ha hecho nada, mi mamá bebe”. La joven de 17 años mostró a los agentes un vídeo que ella había grabado con su móvil donde se observa a la madre tirándose al suelo y gritando acusaciones contra su marido. La policía decidió archivar de inmediato la denuncia. Por suerte, este hombre se libró de una de las muchas denuncias falsas.