Un hombre de 53 años resultó herido muy grave al ser acuchillado en el cuello por un joven en un ataque perpetrado por la espalda y sin mediar palabra en el centro de la ciudad de Valencia. El autor de la brutal agresión tiró el cuchillo al suelo y siguió andando con aparente tranquilidad por la acera en dirección al viejo cauce del Turia, pero fue detenido poco después por una patrulla de la Policía Nacional con la colaboración de varios vecinos.

Los violentos hechos tuvieron lugar sobre las cuatro y media de la tarde en el cruce de las calles Guillem de Castro y Ángel Guimerá, a escasos metros de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, cuando la víctima caminaba por la acera y fue acuchillado de forma sorpresiva por un individuo joven que llevaba una mochila colgada a su espalda.

El hombre se taponó el corte con una de sus manos y pidió auxilio a gritos cuando vio que salía un chorro de sangre de su herida. Una empleada de una panadería fue la primera persona que auxilió a la víctima. La mujer salió a la calle con una toalla y ejerció presión con la prenda en el cuello del hombre para evitar que se desangrara.

Mientras tanto, varios testigos llamaban al 112 y al 091 para avisar del acuchillamiento e informar también del itinerario de huida del agresor. Poco después llegó una policía nacional y se unió también a los primeros auxilios para taponar la herida de arma blanca. Mientras esperaban la llegada de la ambulancia, la agente preguntó varias veces a la víctima si conocía a su agresor, pero el hombre le dijo que no sabía quién era.

Según los testigos, el joven, colombiano de 22 años, no corrió cuando la persona que había acuchillado se giró tras recibir el corte en el cuello. Su comportamiento fue muy extraño. Tampoco atacó a más viandantes que se cruzaron con él. Tiró el cuchillo junto a un contenedor de ropa y siguió andando como si no hubiera ocurrido nada.

Tras recibir el aviso de la agresión, varias patrullas de la Policía Nacional acudieron con urgencia al lugar y recogieron los primeros datos del agresor: un joven con aspecto sudamericano que vestía una camiseta blanca y llevaba una mochila colgada en su espalda. Uno de los testigos lo siguió a cierta distancia para informar a la policía de su itinerario de huida. La colaboración de esta persona fue clave para la pronta detención del agresor. Un equipo del SAMU asistió a la víctima con urgencia y la trasladó a un hospital.

Fuente: Las Provincias