AR.- Sus puntos de vista son el fiel reflejo de una postura crítica que sienten y perciben cada vez más españoles con relación a la degradada vida social, económica, moral y política de la nación. El ex coronel de La Legión Enrique de Vivero representa un modelo de virtudes y un monumento a los valores decentes. Esta mañana ha anunciado en «Buenos días, España» (Radio Cadena Española) lo que para muchos era un secreto a voces: su presentación a la presidencia de Vox en Málaga. Cuenta con amplios avales y respaldos. De entrada el de éste que escribe. No soy de Vox, ni he votado nunca a Vox, pero soy viverista, porque don Enrique de Vivero representa todo ese cúmulo de virtudes que son, o por lo menos eran, propias de los militares con apego al honor: disciplina, austeridad, compañerismo, lealtad, virilidad, altura patriótica de miras… ¿Civilizar a los militares, como defendían los barandas de la Transición, o militarizar a los civiles, como defiende el sentido común? Enrique de Vivero nos da la respuesta.

Enrique de Vivero

A su acrisolado curriculum, repleto de reconocimientos internacionales, hay que unir su capacidad gestora. Mandar el Tercio Gran Capitán I de La Legión no es ninguna fruslería. Más de 50.000 muertos en los campos de batalla, 211 medallas militares individuales y 22 colectivas contemplan el historial de este imponente y legendario acuartelamiento situado en el barrio melillense de Cabrerizas.

Enrique de Vivero representa para Vox Málaga la esperanza en punto a transformar en operativo lo que hoy se halla difuso y gaseoso. Me confirma un miembro de su equipo que cuentan con tres veces más avales que los requeridos por la dirección nacional y con un amplio respaldo en municipios clave, como es el caso de Marbella. Es el fruto recibido por quien nunca se acomodó a las circunstancias en su propio beneficio.

De Vivero es sin duda la principal referencia ética que tienen ante sí los militantes del partido verde en la provincia de Málaga. Español genuino y de una pieza, su entereza moral y sus convicciones patrióticas le obligaron a dar el paso de meterse en política. No lo necesitaba desde la perspectiva de una vida acomodada y resuelta. Solo los grandes hombres eligen el camino menos fácil y rentable para ellos, el más accidentado y bacheado para sus familias.

Caballero a la antigua, hasta sus rivales políticos admiten que su concepción de la lealtad y de la honestidad inspiran un gran respeto. Es evidente que nos encontramos ante uno de los hombres más serios, honorables y consecuentes que tiene Vox. Y si además te hace sentir su amigo y te obsequia con el regalo de sus colaboraciones en Alerta Digital, entonces el agradecimiento es todavía mayor.

El proyecto para Málaga que representa Enrique de Vivero Fernández puede contar con nosotros.