Cada día más personas acceden a Internet para realizar sus compras; desde ropa y objetos de regalo a libros pasando por perfumes, caprichos, relojes y un larguísimo etcétera que incluye prácticamente todos los objetos que pueden encontrarse a la venta en el mundo.

Tras una investigación en las plataformas más activas de consumo y venta en Internet de nuestro país, hemos descubierto un sistema que nos protege de los timos más habituales y de los peligros de las estafas al comprar en Internet: este sistema podemos encontrarlo en Beseif: un portal de internet especializado en salvaguardar nuestro dinero cuando compremos algo en Internet sin correr el riesgo de caer en una de las innumerables estafas, timos y engaños que ocurren todos los días en las diferentes páginas web de compraventa entre usuarios privados.

Es más; todos nos hemos sentido fascinados por la facilidad con la que, tras un par de “clicks” del ratón, nos hacemos con nuestro libro favorito o con una prenda de moda que nos ha salido baratísima.

¿Pero de verdad sale tan barato todo en Internet? ¿No estamos corriendo ningún riesgo?

Pagar algo que deseamos, y recibir un paquete con un ladrillo, o vender nuestro smartphone y que una vez enviado el comprador anule una transferencia bancaria es la pesadilla de cualquier usuario de Internet que compre o venda en el proceloso mar de la anónima y a veces sin ley, red de redes.

El mercado libre entre las personas es uno de los pilares de nuestra sociedad avanzada, pero esto solo redunda en beneficio de los usuarios si realmente es libre: para ello, tiene que tener seguridad y certeza en los pagos y envíos de los productos adquiridos. Es la base principal del sistema de mercado, y no puede alterarse sin hacer peligrar toda la estructura.

Todos conocemos a alguien, amigo, conocido, pariente o compañero de trabajo que ha atravesado una odisea cuando simplemente quería cambiar de TV, adquirir una cámara digital o conseguir ese iPhone de última generación por un precio sospechosamente bajo.

Cuando nos damos cuenta de que ha ocurrido, ya es tarde: ya hemos perdido nuestro producto o nuestro dinero, y las posibilidades de recuperarlo disminuyen si el delincuente que nos ha engañado es un experto en el fraude a los ingenuos usuarios de Internet, porque estos sinverguenzas conocen mil y un sistemas para engañar a los mecanismos de protección del usuario que diferentes plataformas implementan en sus páginas web.

Sirva como ejemplo este artículo sobre la las estafas en Wallapop, que describe una serie de timos identificados y localizados en esta plataforma, aunque todos ellos muy habituales a lo largo y ancho de los lugares de compraventa entre usuarios que existen a día de hoy en Internet.

Evidentemente, la solución a todos estos riesgos es usar una plataforma de intermediación como la que hemos mencionado al principio del artículo: solamente así podremos tener la seguridad y la garantía de un proceso de compra o venta satisfactorio y placentero para todas las partes implicadas.