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La sentencia del «procés» ha marcado un punto de inflexión en la precampaña electoral, no tanto por su contenido como por los disturbios que se han producido después en Cataluña. Las imágenes de las algaradas callejeras han dado un fuerte impulso a la previsible movilización ante el 10 de noviembre. Según datos de GAD3, el dato de participación ha subido cinco puntos en solo una semana.
En una escala de 0 (seguro que no va a votar) a 10 (irá a votar con toda seguridad), los que se decantan por ese 10 han pasado del 62 por ciento de la semana pasada al 67 por ciento en el ecuador de esta semana, cuando todo el mundo ha podido ver cómo los independentistas violentos han tomado las calles de Cataluña, y cuál ha sido la reacción de los distintos partidos.
El presidente de GAD3, Narciso Michavila, explica que lo que está influyendo en las tendencias de participación y voto esta semana no es la sentencia del «procés», sino la respuesta violenta de los independentistas:«Lo importante no es la sentencia, la mayoría de la población de fuera de Cataluña entiende que ha sido proporcional, algunos creen que ha sido benévola, y algunos menos lo contrario, mientras en Cataluña pasa al revés. Pero lo que más indigna de verdad a la gente, en Cataluña y en el resto de España, es la reacción violenta que se ha producido, y que las autoridades catalanas, en lugar de pacificar, lo que hagan es alentar esa reacción».
Contenedores quemados
«La gente no entiende de sentencias ni de Código Penal, pero sí entienden de contenedores quemados, aeropuertos clausurados, trenes parados y autovías cortadas», señala Michavila. Al final, las imágenes de las algaradas «impelen al votante a no quedarse en casa, al votante moderado».
Es esa mayor movilización del votante moderado esta semana la que está influyendo en las tendencias de voto de los partidos, algo que puede resultar crucial a poco más de tres semanas para las elecciones generales.
Según los datos de GAD3, el partido que está sufriendo más «desgaste» es el PSOE, al que puede salir caro haber forzado una repetición de elecciones. Sus socios independentistas, que le auparon a La Moncloa en la moción de censura del año pasado, son ahora mismo un lastre para Sánchez. El PSOE fue para arriba mientras se pudo visualizar que el papel de sus aliados separatistas se quedaba en cambiar el inquilino de La Moncloa. Pero al comprobar cómo esos mismos socios están dando aliento a los disturbios en Cataluña, el castigo al PSOE en las encuestas empieza a ser más claro.
El PP, sin embargo, continúa subiendo y muchas encuestas lo sitúan ya por encima de los cien diputados. Según Michavila, empieza a calar la idea de que solo los populares pueden ganar a Sánchez, y esa bandera tiene poder de atracción en el centro-derecha.
Pero la mayor movilización del votante moderado afecta también a Ciudadanos, que en los últimos días está teniendo cierta recuperación de voto. El partido de Rivera estaba sufriendo una fuga muy importante hacia la abstención. En cambio, Vox, que la semana pasada logró situarse en tercera posición por delante de Ciudadanos y Unidas Podemos, sufre un estancamiento estos últimos días, según los datos que está manejando GAD3. Los de Iglesias se mantienen sin grandes cambios.
