Y Pablo Iglesias, en su permiso de paternidad, es la figura despechada del sainete; la costurera abandonada: la cerillera congelada: el macho alfalfa despreciado y tirado como un trapo viejo; usado y débil, traicionado mientras cuida de sus hijos.

Tendrán ustedes que reconocerme que la estampa es de suyo tremebunda: triste y azul, al decir de Roberto Carlos (el cantante).

Además, el “niño” de PODEMOS, el sosias de Millhouse, “Las gafas más sexys de la izquierda” como lo definió el último festival de “el orgullo gay” declara que no dimitirá, y que sigue siendo el candidato de PODEMOS, pese a tamaña traición política.

Le ha faltado tiempo al “montonero“, es decir, a Echenique, para declarar que, bueno: que él le aconseja dimitir, pero que entiende perfectamente que Errejón tenga que comer de aquí a Mayo.

Mientras que Chepas I el Despechado brama y aduce que para nada se parecen Lita Carmena y Errejón… Aunque bueno, quizá en las gafas más que un poco. Depende de los ojitos que pongan la una y el otro.

El caso es que, si nos asomamos a la noticia con un mínimo de seriedad, y meditamos a quien beneficia todo esto, tenemos dos opciones en la posible respuesta: por una lado quizá los votos que, de seguro, estaba perdiendo PODEMOS, y que ahora van a aumentar, vayan al PSOE… o quizá esto signifique el desplome total y absoluto de la izquierda en España y el 26 de Mayo las hordas rojas hagan lo que de verdad están deseando hacer: quedarse en casa fumando resinas de plantas exóticas.

Ya veremos.