Austin Stevens, entrenador ayudante del equipo juvenil de fútbol americano de los Lower Providence Warriors, fue detenido este martes por la policía del Condado de Montgomery, en Pensilvania, acusado de haber violado hasta la muerte a su hija de solo diez meses.

La policía acudió el sábado a las 10:40 de la noche a la residencia de Stevens después de recibir una llamada de emergencia en la que se pedía ayuda porque un bebé no respiraba. Al llegar encontraron a Zara Scruggs, el bebé de diez meses, y a su padre, de 29 años. El bebé fue trasladado al Einsten Medical Center de Montgomery, donde falleció pasada la medianoche.

Según las autoridades, la autopsia del bebé determinó que Zara Scruggs fue víctima de una agresión sexual.

Una orden judicial permitió acceder al registro del teléfono de Stevens y se pudo comprobar que había realizado diversas búsquedas en Google durante casi una hora antes de llamar a emergencias, según informaron las autoridades. Stevens buscó “si el bebé deja de respirar”, “¿qué pasa si no escuchas el corazón o los latidos del bebé?”, “mi bebé no respira” y “¿cómo saber si un bebé está muerto?”.

Durante ese tiempo que pasó hasta que llamó a emergencias, Stevens, que era copropietario de la empresa de construcción Black Diamond, también habría mantenido conversaciones en las redes sociales e intercambiado mensajes de texto con dos mujeres que no estaban relacionados con el bebé, según informó la cadena ABC.

“Este caso es profundamente perturbador. Es difícil imaginar que la muerte de este niño sea más traumática: la agresión sexual a un bebé, seguida de la inacción del padre para salvar su vida, la llevó a la muerte”, declaró Kevin R. Steele, fiscal de distrito del Condado de Montgomery.