La Policía Nacional y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias han abierto sendas investigaciones por el posible envenenamiento este miércoles de seis trabajadores sanitarios de la prisión de Huelva, todos ellos enfermeros.

Los sanitarios, según fuentes policiales, fueron intoxicados al ingerir de forma inconsciente “importantes cantidades” de metadona y benzodiacepina.

Las sospechas son que algún interno, que podría haberse colado en las zonas reservadas para los funcionarios, podría haber vertido estas sustancias bien en el café bien el cartón de leche que se encuentran en esas instalaciones dedicadas al descanso de los trabajadores.

No obstante, los investigadores tampoco descartan la posibilidad de que la intoxicación haya sido fortuita, aunque este extremo es “poco probable”.

Todos los afectados, que sintieron de inmediato dolores de estómago y cabeza y que trabajan en la zona de enfermería del centro, fueron ingresados de urgencias en la zona de Observación del Hospital Juan Ramón Jiménez, de la capital onubense.

Los médicos no temen por la vida de ninguno de los intoxicados, que evolucionan de manera favorable al tratamiento.