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Qué es el antifranquismo: sus señas de identidad

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En su evolución histórica se aprecian tres antifranquismos. El primero fue el de la guerra, salido de unas elecciones fraudulentas –verdadero golpe de estado–, y distinguió a los criminales que pretendían disgregar España, imponer regímenes totalitarios y supeditar la nación a la URSS ( mediante la entrega de las reservas financieras a Stalin). De paso, aquellos antifranquistas asesinaron, torturaron y, en especial su sector socialista, robaron en gran escala. Y todo lo hacían, faltaba más, en nombre de la libertad y la democracia. Fue un apogeo de la estupidez y la canallería, como diagnosticó el médico e intelectual liberal Gregorio Marañón.

El segundo fue el de la posguerra hasta la muerte de Franco. La derrota desanimó a aquellas bandas de delincuentes federados en el Frente Popular, excepto a los comunistas. Salvo actuaciones de menor enjundia de algunos socialistas y anarquistas, los comunistas fueron los únicos que mantuvieron la lucha por sus objetivos (¿hay que explicarlos?) durante todo el franquismo. Primero intentaron una nueva guerra civil mediante el maquis, y al fracasar organizaron la infiltración en la universidad, en sectores intelectuales y en los sindicatos falangistas, donde, muy lentamente y con grandes sacrificios, fueron ganando posiciones. Por supuesto, todo lo hacían en nombre de la “democracia y la reconciliación nacional”: pretendían que la gente se reconciliara con ellos para aplastar a los muy justos vencedores de la guerra. A última hora surgió del separatismo vasco la ETA, grupo comunistoide de asesinos profesionales, también empeñado en “liberar” a los vascos e imponerles su democracia. Y grupúsculos maoístas pro o abiertamente terroristas. Esta fue la oposición real al franquismo.

Y el tercer antifranquismo es el que cobra impulso en la transición agrupando –a menudo en torno a los comunistas– a quienes no habían hecho oposición a Franco ni asumido ningún riesgo o sacrificio, sino que habían prosperado bajo el régimen y a menudo en su propio aparato de estado: separatistas, socialistas y personajes variopintos ansiosos de hacer carrera política (y a menudo económica). Así se formó un informal segundo frente popular con la pretensión de saltar sobre los muy fructíferos cuarenta años de gobierno de Franco para enlazar la democracia con el Frente Popular de la guerra. La gente acababa de salir del franquismo y su satisfacción se mostró en un referéndum que por abrumadora mayoría apoyó la democracia desde y no contra el franquismo, y sí contra cualquier aventura de frente popular. La nueva derrota les hizo ser más cautos por bastantes años, pero ni por un momento cesaron en su propaganda antifranquista, a base de falsificar la historia sistemáticamente. Falsificación aceptada por la derecha, primero inhibiéndose y pronto colaborando con ella. Y de paso extendieron la corrupción de forma masiva, vendieron progresivamente la soberanía española, ahora ya no a la URSS sino a la burocracia de Bruselas, promovieron y financiaron los procesos de disgregación de España, convirtieron Gibraltar en un emporio invasor, corrupto y corruptor de toda la política española, y avanzaron en políticas abortistas, homosexistas y ultrafeministas.

Necesitaron un proceso bastante largo para invertir por completo la decisión popular de 1976. Pero ya el gobierno de Aznar, ideológicamente vacuo y muy colaborador con los separatismos, propició la victoria de Zapatero, debida en parte a su alevosa explotación del más brutal atentado de nuestra historia. Zapatero creó un tercer frente popular de facto, compuesto, como siempre, de separatistas y grupos de inspiración totalitaria. Y una de sus líneas fundamentales de actuación consistió en la revancha contra el franquismo, imponiendo una ley de “memoria histórica” tan totalitaria y liberticida como falsaria. Fue un nuevo triunfo de “la canallería y estupidez, del “Himalaya de falsedades” denunciado por Besteiro. Como siempre, en nombre de la democracia, cuya defensa, así como la muy necesaria del franquismo, fue abandonada por una derecha hundida en una bajeza insondable. Rajoy mantuvo una ley tan inicua, que ahora pretende empeorar el gobernante más indigno y delincuente que ha sufrido España desde la transición. Y completarla con el ultraje a los restos del hombre que derrotó felizmente al primer Frente Popular. Esta es la democracia… de los liberticidas y ladrones.

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Así pues, el antifranquismo nunca dejó de ser la misma cosa: alianza de hecho o de derecho entre separatistas y totalitarios, cuajada por tercera vez en un Frente Popular que es preciso derrotar política e intelectualmente. Si la democracia ha de salir de su actual estado putrefacto debe convertirse en democracia franquista, que reconozca su origen en aquel régimen, reconozca la necesidad histórica del mismo y lo respete profundamente. El franquismo no fue democrático, no podía serlo después de las experiencias funestas de la república y el Frente Popular. Pero la democracia ha de ser franquista y recordar el pasado, o repetiremos lo peor de él, como advertía el filósofo J. Santayana. Esta es la tarea histórica del momento para los españoles patriotas y demócratas.

 

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“La exhibición del psicópata gobernante”. Por Alvise Pérez

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Opinión de Alvise Pérez:

Pedro Sánchez no monta el show por la denuncia a Begoña Gómez; un mitómano narcisista como él dejaría antes a su mujer que a la Presidencia del Gobierno de España que tanto le blinda judicialmente.

Sería fácil decir que todo ha sido por el Caso Koldo que nosotros mismos iniciamos y en donde yo mismo estoy personado como denunciante y víctima de dicha trama (gracias a ello sabemos los paraísos fiscales de Ábalos, las relaciones más que personales de Javier Hidalgo con Begoña Gómez, y todas las comisiones cobradas) pero como aquí se trata de encontrar la verdad, hemos advertido qué más ha coincidido con esta sorpresiva denuncia, y vemos un detalle importante: Hace menos de 24 horas la Audiencia Nacional reabrió el caso Pegasus sobre el espionaje a Sánchez.

¿Por qué la Audiencia Nacional ha reabierto el caso? Porque la DGSE francesa remitió este mismo mes al CNI ‘información de interés’ que la inteligencia española ha analizado y entregado al Juez.

Qué han logrado aportar los franceses es todavía un misterio: ¿Un trío en la sauna gay del suegro? ¿Las maletas de Delcy? ¿La trama de comisiones en mascarillas? ¿Datos del asesinato de cientos de personas en un interurbano de Madrid hace 10 años? No lo sabemos.

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Lo que sí sabemos es que las periciales del CNI certificaron el espionaje de 4 teléfonos móviles pertenecientes a:

1. Pedro Sánchez (Presidencia)
2. Margarita Robles (Defensa)
3. Grande-Marlaska (Interior)
4. Luis Planas (Agricultura)

Esto es; se hackearon 12GB en total (más de 3Gb sólo a Sánchez) sin contar claves para nubes de información (chats, mensajes, emails, metadata general, historial de llamadas, etc)

La pregunta en todo caso es: ¿Se irá Pedro Sánchez, o es una estrategia para reforzarse en el poder?

Difícilmente se vaya tras 6 años controlando la Justicia, colocando a la Fiscal General, traficando maletines por Barajas, siendo incapaz de justificar 39 vuelos a República Dominicana en los últimos 3 años, o la orden directa de crédito a República Dominicana de 46 millones de euros para “sanear las zonas costeras del país”y “un proyecto de hermanamiento para transformar la Justicia” del país (meros proyectos de blanqueo)

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¿Por qué tal dinero, por cierto? Pues porque en República Dominicana no tienes que tributar por lo que generas fuera pero sí por lo que haces dentro.

Es decir: Todo aquél que recibe dinero del exterior no tiene que declararlo y por tanto lo disfruta ‘íntegro’ para lo que desee.

¿Por qué, además, buscan todos la nacionalidad dominicana? Porque en ese país los nacionales pueden abrir empresas en el extranjero sin comunicarlo a ese país, y eso les permite abrir cuentas y sociedades en paraísos fiscales sin problema legal alguno con el dinero en efectivo robado en terceros países como España.

El próximo lunes Pedro Sánchez nos dará a conocer si ya ha robado lo suficiente para marcharse a República Dominicana como el resto de exPresidentes y Ministros impunes de este país, o si todo ha sido un ‘punch’ mediático para revitalizar la victimización persecutoria que tan bien se le da al mismo Presidente que ataca a la mujer de Feijóo y novio de Ayuso.

Lo único claro es una cosa:

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Estos parásitos de la partitocracia lo han podrido ya todo, y el próximo 9 de Junio tenemos que aplastarles con las papeletas que logremos gracias al boca a boca masivo.

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