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Estos son los carteles taurinos de la Feria de San Isidro 2019, con El Juli en el último minuto

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Roca Rey da un pase de rodillas.
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Después de cambios de última hora por la grave lesión de Enrique Ponce -con la «rodilla catastrófica» tras el percance en la Feria de Fallas-, esta noche se han dado a conocer los carteles de San Isidro, bautizada por la afición como «la feria del bombo». Una feria en la que, por la cogida del maestro de Chiva, El Juli ha entrado a última hora para coger sus puestos sin pasar por el sorteo, lo que, desde que comenzó como rumor, ha desatado no poca polémica en las redes sociales. Julián López, que ya el año pasado se anunció en el último minuto en un mano a mano con Ginés Marín, entra in extremis como «salvador» de la papeleta tras la baja obligada del torero valenciano. Como pieza esencial, se anuncia Andrés Roca Rey, que tuvo, como Ponce, el gesto de aceptar el bombo (le tocó la bolita de Adolfo Martín) y apostará por tres tardes en Madrid que se convierten en el máximo aliciente de una feria con la ausencia de Morante, Manzanares y Talavante, de retiro.

La empresa de Las Ventas, capitaneada por Simón Casas y Rafael García Garrido, se puso en contacto con alguna otra figura tras la baja de Ponce, aunque fue El Juli el que aceptó, con un desembolso importante de billetes. También se intentó que Roca Rey actuase una cuarta tarde para no saltar las reglas del bombo, pero el torero más taquillero del momento declinó la propuesta.

Además de las figuras limeña y madrileña, también aparecen nombres de mucho interés en Madrid, como Paco Ureña, que acaba de reaparecer en Valencia; Diego Urdiales, último triunfador de Otoño; Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera, Pablo Aguado y una nutrida representación de toreros jóvenes en este ciclo de la apertura. También se cuenta con un amplio abanico de hierros ganaderos en las 34 tardes del serial más largo del mundo.

Estas son las combinaciones de toros y toreros:

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Martes 14 de mayo. Toros de La Quinta para Rubén Pinar, Javier Cortés y Thomas Dufau.

Miércoles 15. Toros de Fuente Ymbro para Finito de Córdoba, Diego Urdiales y Miguel Ángel Perera.

Jueves 16. Toros de Valdefresno para David Galván, Juan Ortega y Joaquín Galdós.

Viernes 17. Toros del Tajo y la Reina para Joselito Adame, Román y Álvaro Lorenzo.

Sábado 18. Toros de Montalvo para Ginés Marín, Luis David Adame y Pablo Aguado.

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Domingo 19. Toros de Bohórquez para Andy Cartagena, Sergio Galán y Andrés Romero.

Lunes 20. Novillada de Conde de Mayalde para Rafael González, Marcos y Fernando Plaza.

Martes 21. Toros del Pilar para Juan del Álamo, José Garrido y Gonzalo Caballero.

Miércoles 22. Toros de Parladé para El Cid, López Simón y Roca Rey.

Jueves 23. Toros de Jandilla para Sebastián Castella, Emilio de Justo y Ángel Téllez.

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Viernes 24. Toros de Juan Pedro Domecq para El Juli, Paco Ureña y David de Miranda, que confirma.

Sábado 25. Toros de Pedraza de Yeltes para Octavio Chacón, Javier Cortés y Juan Leal.

Domingo 26. Toros de Los Espartales para Martín Burgos, Rui Fernades, Joao Moura, Joao Telles, Roberto Armendáriz, que confirma, y Pérez Langa, que confirma.

Lunes 27. Novillos de La Quinta para Ángel Jiménez, El Galo y Francisco de Manuel.

Martes 28. Toros de José Escolar para Fernando Robleño, Gómez del Pilar y Ángel Sánchez.

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Miércoles 29. Toros de Victorino Martín para Octavio Chacón, Daniel Luque y Emilio de Justo.

Jueves 30. Toros de Adolfo Martín apra Manuel Escribano, Román y Roca Rey.

Viernes 31. Toros de Alcurrucén para David Mora, Paco Ureña y Álvaro Lorenzo.

Sábado 1 de junio. Toros de Zalduendo para Antonio Ferrera, Curro Díaz y Luis David.

Domingo 2. Toros de Guiomar Cortés de Moura para Diego Ventura, Leonardo Hernández y Juan Manuel Munera, que confirma.

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Lunes 3. Novillos de Fuente Ymbro para Juanito, Antonio Grande y Diego San Román.

Martes 4. Toros de Las Ramblas para Morenito de Aranda, Juan del Álamo y Tomás Campos.

Miércoles 5. Toros de Garcigrande para Sebastián Castella, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín.

Jueves 6. Toros de Puerto de San Lorenzo para Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera y López Simón.

Viernes 7. Toros de Alcurrucén para Antonio Ferrera, Diego Urdiales y Ginés Marín.

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Sábado 8. Toros de Capea para Pablo Hermoso de Mendoza y Lea Vicens, mano a mano.

Domingo 9. Toros de Baltasar Ibán para Curro Díaz, Emilio de Justo y Pepe Moral.

Lunes 10. Toros del Ventorrillo para Eugenio de Mora, Sebastián Ritter y Francisco José Espada.

Martes 11. Toros de Valdellán para Fernando Robleño, Iván Vicente y Cristian Escribano.

Miércoles 12 (Corrida de Beneficencia). Toros de Los Espartales y Cuvillo para Ventura, El Juli y Urdiales.

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Jueves 13. Toros de Cuadri para Rafaelillo, López Chaves y Octavio Chacón.

Viernes 14. Toros de Fuente Ymbro para Morenito de Aranda, Pepe Moral y José Garrido.

Sábado 15 (Corrida de la Cultura). Toros de Victoriano del Río para Sebastián Castella, Paco Ureña y Roca Rey.

Domingo 16 (Corrida de la Prensa). Toros de Santiago Domecq para El Fandi, López Simón y Pablo Aguado.

 

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Muere el mítico almohadillero de Las Ventas: “No digáis que estoy en el hospital, que no me llaman para San Isidro”

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«No contéis que estoy en el hospital, que no me llaman para San Isidro». Su afición de tres largas décadas era lo que más preocupaba a Pedro Cano, el entrañable vendedor de almohadillas en Las Ventas. Había trabajado de ello durante más de treinta años, y en los últimos lo hacía ya por pura pasión taurina.

El 4 de marzo, camino del hospital Infanta Leonor, era todo en lo que pensaba: su San Isidro, sus Ventas. Pedro no sabía que la cornada del coronavirus había hecho mella en su organismo y pasó a la UCI con su sempiterna sonrisa. «Mi padre nunca se quejaba -cuenta su hijo Pedro Daniel, hoy en cuarentena-. Nosotros no quisimos decirle que tenía el Covid-19 para que no se asustara. Cuando le llamábamos por teléfono, su respuesta era siempre la misma: “Estoy bien, me tratan muy bien. Si estoy hecho un toro, ¿no veis que tengo 20 años?”». Su espíritu era el de un veinteañero con DNI del 5 de octubre de 1940. Pedro había nacido en el pueblo jiennense de las Navas de San Juan, pero su vida laboral transcurrió en Madrid. «Trabajaba en una fábrica de metalurgia y tan obsesionado estaba con El Cordobés, y luego con su hijo, que se quedó con el mote». Pedro era de los que empeñaban el colchón por ver torear a Manuel Benítez, el primer torero que cobró un millón de pesetas. «O te compro una casa o llevarás luto por mí», fue el eslogan que inundó media España en los tiempos de la posguerra.

Y de ahí derivaba su propio lema en la vida. A este veterano alhomadillero de Las Ventas, siempre con su camisa abotonada y el nudo en la corbata, no había nada que le parase para estar cada tarde de feria en la Monumental. Salvo ese luto que ahora llevan sus hijos, Pedro Daniel y Alicia, y su mujer, Manuela, una pena negra sin despedida del hombre amado. «Estamos en estado de shock. Esto parece mentira. Yo creo que aún no se ha ido y que volveremos a verle», dice su hijo con la voz rota.

La soledad

Pedro Cano murió ayer y este viernes será incinerado. Sin velatorios ni pésames. Sin el abrazo de la familia. En la más absoluta soledad, esa que este vendedor de almohadillas conocía tan bien por esos toreros a los que admiraba nada más llegar al patio de cuadrillas. Solo los primeros días permitieron a sus hijos visitar al padre: «Le veíamos a través de una cristalera. Era muy duro, pero mucho más lo es no poder habernos despedido de él». El destino ha querido que Pedro abandone el ruedo de la vida en el hospital de los toreros, el San Francisco de Asís, donde fue trasladado. «Le llamábamos. Hasta que un día no nos cogió el teléfono…» Conmueven sus palabras. Guarda silencio. Respira y sigue: «Nos daban el parte vía telefónica y nos comentaban que dentro de la gravedad estaba estable; teníamos una esperanza, pero mi padre era diabético y este virus está golpeando fuerte».

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Pedro Daniel, su hijo, habla con entereza, aunque a veces las palabras dolientes se resquebrajan. Como tantos otros, no ha podido despedirse del hombre que le dio la vida, apretarle la mano, decirle lo orgulloso que estaba del padre que también repartía alhomadillas en el Bernabéu «para ganar dinero, comprar los abonos y hacernos socios de su equipo». «Era taurino y madridista hasta la médula», comenta. Y lamenta no poder compartir hoy, cara a cara, anécdotas del padre con sus seres queridos. «Estamos hechos polvo. Un día del padre sin padre ya. No podemos ni vernos, solo hablar. Yo estoy en cuarentena porque tengo síntomas y, aunque no me han hecho la prueba, me consideran positivo en coronavirus». Pedro Daniel vive aislado en su habitación, en la misma casa que su pareja, pero separados por un muro. «Ni si quiera podemos darnos ese abrazo que tanto reconfortaría. Tenemos que ser responsables y cumplir las normas de Sanidad. Esta crisis es muy dura para todos, pero cuando todo pase, nosotros ya no tendremos a nuestro padre».

Pedro será incinerado este viernes. «Tan solo mi hermana Alicia podrá ir. Y según nos ha dicho la interfuneraria, solo verá el coche fúnebre. Más adelante, en un mes o así, podremos recoger las cenizas y ver qué hacemos. Nunca quieres pensar en la muerte de un padre, pero tampoco imaginas que ni siquiera podrás velarle. Ahora no nos queda otra que afrontar la situación, ser conscientes de la realidad y tirar para delante con mi madre y mi hermana».

En los bajos del tendido 8, el 9 o el 10 ya no estará ese Cordobés que tanta nobleza derrochaba para limpiar con esmero y entregar la almohadilla -«allí conocía a mucha gente encantadora, como la Infanta Elena», comenta su hijo-, ni para apilar los cojines en forma de teja en los días de lluvia o con el sueño de volver a ver a Talavante en la capital. Pedro murió sin saber que muy posiblemente este mayo Madrid se quede sin San Isidro, esa feria por la que clamaba desde la camilla. Pero sus compañeros, que tanto le querían, ya le preparan un homenaje cuando la Puerta Grande que tantas veces cruzó se abra.

La crudeza de este virus ha hecho que Pedro, «al que le gustaba estar rodeado de gente», muera solo, pero rodeado de un cariño infinito en el hospital donde sanan las heridas los toreros. Esa herida que tanto tardará en sanar en su familia. El brindis de sus compañeros es hoy para este Cordobés de las Navas de San Juan.

(ABC)

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