El PSOE sigue en línea de recuperación desde la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa, pese a los problemas y contradicciones de su Gobierno y la polémica con su tesis doctoral. Si lograra mantener esta tendencia, los socialistas serían el partido más votado si ahora hubiera unas elecciones generales, a cinco puntos del PP que ha perdido el efecto Pablo Casado y al que se le acerca otra formación en alza, Ciudadanos.

La principal clave del ascenso del PSOE está en la recuperación de un importante porcentaje de electores que en 2015 y 2016 se fueron a Podemos. Según los datos de la encuesta de estimación de voto elaborada por Metroscopia para HENNEO, el partido que dirige Pablo Iglesias cedería a los socialistas un 20% de los votantes que le respaldaron hace tan solo dos años.

Los motivos de este cambio de protagonistas en el escenario político español, que el sondeo define claramente como multipartidista, están en la percepción de cercanía e identificación que tienen los ciudadanos con el PSOE, al que colocan en una situación preferente de centroizquierda e izquierda y con mejor imagen que sus rivales, pese a que la corrupción sigue siendo su talón de Aquiles. Aún así, es la organización con más fidelidad de voto.

La caída del PP, una vez pasado el efecto de Pablo Casado, que logró frenar sustancialmente en julio el desplome de los populares tras la salida de Rajoy está basada en el trasvase de voto a Ciudadanos, que sube, sin la intensidad de hace unos meses, en la misma proporción que baja el PP, a tenor de los datos del sondeo.

Los populares tiene un serio problema porque son el partido que genera mayor rechazo entre el conjunto del electorado español, por encima de Podemos y a mucha diferencia de C’s y del PSOE. Lo que implica, interpretando los datos del sondeo, que el PP sufre un riesgo que antes no era apreciable: la doble fuga de votos de forma constante, aunque hoy en porcentajes muy bajos.

La encuesta de Metroscopia confirma que a pesar de que los españoles prefieren un escenario multipartidista con varias formaciones en condiciones de igualdad, el equilibrio entre los bloques ideológicos es cada vez mayor. En concreto, la suma de PSOE con Unidos Podemos supondría el 42,85% del electorado, frente al 43,6% de PP más C’s.

Asimismo, y como ya ha ocurrido en las últimas citas electorales, la suma de los porcentajes de voto de los dos partidos tradicionales (50,5%) es muy superior a la de las organizaciones emergentes, Ciudadanos y Unidos Podemos (35,9%).

Por último, cabe destacar que la encuesta arroja una abstención muy elevada que estaría en torno al 37% por ciento, frente al 30% o 31% que es la habitual.