LR.- Lo peor que la he podido ocurrir a la Fundación Franco es que el aborrecible Jaime Alonso García y un tal Chinchilla la hayan puesto en la órbita política de Vox. El exvicepresidente de este partido, Juan Jara, reveló en el programa “Alt News” del pasado lunes que Alonso se cuenta entre las personas que contribuyó con dinero al partido verde.

El nombre de Jaime Alonso va indisimuladamente ligado al de Mario Conde. Alonso, abogado, ha sido y es uno de los más estrechos colaboradores del expresidente de Banesto que fue condenado a 20 años de cárcel por apropiación indebida, estafa y falsedad por el agujero de la entidad bancaria que presidía.

Amigo íntimo de Conde, fue también una de las personas que aportó dinero en el verano de 2016 para que el banquero pudiera saliera en libertad provisional cuando la Audiencia Nacional volvió a llamar a su puerta por un presunto delito de blanqueo de capitales que finalmente fue archivado. En el mismo espacio radial, Jara apuntó el nombre del exbanquero como uno de los posibles colaboradores económicos del partido verde.

Chinchilla y Alonso han comprometido a la Fundación Nacional Francisco Franco al vincularla al partido verde con sorprendente torpeza. Es cuestión de pocos meses que el Gobierno de Pedro Sánchez reciba luz verde de los órganos jurisdiccionales para proceder a la exhumación de los restos de Franco. Vox, como el resto de los partidos, no ha querido pronunciarse oficialmente sobre este asunto. Más aún: la dirección de Vox ordenó a sus militantes que se mantuvieran al margen. Sorprende la fascinación de Jaime Alonso por un partido que rehúye hablar del asunto de la exhumación. Se trata de otra de sus incoherencias manifiestas.

El director de AD lo dejó muy claro en “Alt News” al analizar los resultados electorales: “Es cuestión de meses que se exhumen los huesos de Franco. Que no vengan ahora a pedirnos ayuda. Que se la pidan a Vox, el partido al que han ayudado muchos miembros de la Fundación Franco para dispersar el voto de la derecha y que hoy gobierne la izquierda. Las incoherencias deben pagarse”, dijo.

Por su parte, Conchi Farto, ex coordinadora de Vox en Chamberí (Madrid) y ex procuradora en las Cortes de Castilla y León, define así a Jaime Alonso: “Ha pasado de adalid de la Fundación Francisco Franco a ignorarla, ya que ahora su compromiso vital parece estar con Vox. Y no solo él, sino también su cliente, amigo y compadre Mario Conde. Cuando intentaba organizar Vox en León, quiso contar conmigo, y yo me negué, ya que no quería ningunear a la estructura ya existente en León. Él solo ha reventado la estructura de Vox en León, poniendo al frente del partido a gente ligada al PP más casposo, aquel que estaba dominado por la difunta Isabel Carrasco, cuyos tentáculos desde el más allá parecen alcanzar a muchas personas vinculadas a la trama Gürtel en Castilla y León, y que ya no están en el PP”.

Y añadió Farto: “Nunca podré perdonar a Jaime Alonso ni a sus correligionarios que, de nuevo, hayan dejado que el caciquismo triunfe en mi tierra”.

Por su parte, militantes críticos de Vox en León no dudan en relacionar la figura de Alonso con los malos resultados obtenidos por el partido en la provincia.