Nos ha llamado mucho la atención un artículo firmado por José María Triper en ‘El Economista’ en el que escribe acerca de unos rumores que estarían circulando acerca de una posible convocatoria de elecciones generales para el primer semestre del año 2021. Y tras la sorpresa inicial con la que comenzamos a leer ese artículo, después nos dimos cuenta que las circunstancias que baja Triper en el artículo y que justificarían esos rumores son perfectamente lógicas y razonables.

Por un lado, plantea que “su persona” se sentiría reforzado para esa convocatoria si consigue aprobar los Presupuestos Generales del Estado y, sobre todo, si consigue recibir el dinero que, en teoría, se va a recibir de ayudas desde Bruselas por esas fechas.

Por otro lado, también saca a relucir el asunto del gobierno de coalición con un cada vez más debilitado Pablo Iglesias. Y no solo sería por el debilitamiento de Iglesias, también influiría el hartazgo que pudiera haber de los socialistas y sus votantes con ese matrimonio de conveniencia debido al comportamiento que están teniendo.

Pero aún hay más, también influye la forma de ser del personaje que tenemos en la Moncloa y sus muchas obsesiones. Según el autor del artículo, Sánchez se la tiene jurada a Iglesias desde que este intentó el “sorpasso” al PSOE y según comenta por boca de algunas de sus fuentes, el líder mundial “ni olvida ni perdona y todavía tiene guardado que Iglesias intentó el sorpasso al PSOE para convertirse en la fuerza mayoritaria de la izquierda”.

El caso es que el artículo resulta sumamente interesante y las hipótesis que plantea no son nada descabelladas. Parece que ni en una cabeza tan problemática y limitada como la de Sánchez, cabe una coalición de gobierno como la que está destrozando España en estos momentos. Lo más preocupante de todo es que las encuestas siguen dándole como vencedor en unas hipotéticas elecciones y eso es algo que nunca conseguiremos entender.

Nosotros queremos añadir, por nuestra parte, que tenemos la firme convicción que, ante una más que previsible victoria de Trump en las elecciones de Estados Unidos, muchos de los miembros del actual gobierno, sobre todo los de la parte podemita, se convertirían en uno de los objetivos prioritarios de la justicia estadounidense y en el momento que esto se de, que se dará, a Sánchez le conviene estar lo más alejado posible de ellos. Eso, si a él no le toca también la “china”.