Doce días han sido los que Ruth Beitia, la mejor atleta española, ha durado en la primera línea de la política, ya que fue el pasado 10 de enero cuando el presidente del PP, Pablo Casado, la presentó como candidata a la Presidencia de Cantabria, y este martes, 22 de enero, ha comunicado que renuncia a esa responsabilidad y a todas las que tiene en ese partido.

En un comunicado, el PP de Cantabria ha informado a las 20.00 horas de este martes de la renuncia de Ruth Beitia a encabezar la lista del partido al Parlamento de Cantabria, a su cargo como secretaria de Deportes de la Ejecutiva nacional de la formación y a su escaño en la Cámara cántabra.

Beitia deja esas responsabilidades en el PP y abandona la política “por razones estrictamente personales y familiares”, según indica ese, también breve, comunicado, en el que se enfatiza que la campeona olímpica de salto de altura no hará más declaraciones sobre este asunto y se pide respeto para ella y su decisión.

Los rumores sobre que Beitia estaba sopesando esa decisión comenzaron a oírse en Cantabria al día siguiente de ser presentada en sociedad como candidata, en su primera intervención en un medio de comunicación -en Onda Cero- donde equiparó el maltrato animal con la violencia machista.

Beitia rectificó, a través de su cuenta de Twitter, a las pocas horas y aseguró que se había expresado mal, pero eso ocurrió después de que “ardieran” las redes sociales criticando a quien aspiraba a ser la presidenta de los cántabros.

Ni en redes sociales ni en público se volvió a ver a Ruth Beitia desde ese 11 de enero. Solo se supo de la candidata por una breve visita del vicesecretario de Organización, Javier Maroto, a Santander, aunque quien habló de ese encuentro fue el dirigente nacional.

La Convención nacional del PP permitió de nuevo ver a Beitia sobre un escenario, el del recinto de Ifema de Madrid, donde estuvo junto al resto de candidatos autonómicos del partido a los comicios de mayo de 2019.

En ese acto, Beitia habló de deporte, de luchar contra el dopaje y de cuidar la salud a través del ejercicio físico, pero en ningún momento mencionó la palabra Cantabria, lo que generó algunas críticas en medios de comunicación y redes sociales en la comunidad autónoma.

Algunos de los presentes en esa convención del PP hablaron, incluso, de que Beitia había dejado su silla en el escenario, donde permaneció el resto de candidatos, antes de finalizar la reunión. Y los rumores volvieron a Cantabria: “Beitia no llega al mes de mayo”.

Cuatro días han pasado desde ese último acto público de la candidata del PP a la Presidencia de Cantabria, y Ruth Beitia, no ella misma sino su partido, al que llegó hace diez años como “un valor” político de futuro, ha comunicado que la deportista deja todos sus cargos en el PP.

Esa comunicación incluye también el nombre de su sustituta como candidata, la actual presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, quien ha sido propuesta por la dirección nacional del partido para encabezar, ahora sí, la lista de los populares al Parlamento regional el 26 de mayo.

Y ahora sí, porque hace solo quince días, esa dirección nacional decidió que su candidata era Ruth Beitia y no Sáenz de Buruaga, que era la propuesta del PP de Cantabria como número 1 a la Presidencia regional.

La “imposición” de Génova casi fuerza la salida de Sáenz de Buruaga de la Presidencia del PP cántabro, aunque, por responsabilidad y para evitar un cisma en el partido, como ella misma aseguró, la líder de los populares cántabros desde marzo de 2017 continuó en su cargo, a pesar de reconocer que la elección de la dirección nacional le hizo pasar uno de los momentos “más dolorosos” de su vida política.