Olga Navarro, abogada de Raúl Calvo, uno de los jugadores condenados a 38 años de cárcel por agresión sexual, censura que «una menor puede meter hoy en la cárcel a quien quiera».

-Califica la sentencia de «social». ¿A qué se refiere?

A que ha sido un caso mediático y eso ha hecho que tengamos la mala suerte de que sólo aquí se haya aplicado la doctrina del Supremo cuando hay violaciones brutales que se zanjan con condenas de diez años o menos. Como consecuencia de la sentencia de la Manada estamos pagando justos por pecadores y han puesto a estos chicos como cabezas de turco en un caso en el que, además, hay más de quince testigos que afirman categóricamente que la denunciante va contando que alardea de que se ha acostado con ellos, de que es mentira, de que le han violado, dice que se lo va a inventar todo y luego va y tiene relaciones sexuales tres días después con otra persona. Es ella la que hace 35 llamadas a «Lucho», Carlos Cuadrado -otro de los condenados- porque es una chica que va detrás de los jugadores presumiendo de su experiencia sexual.

-Pero el fallo sí argumenta una serie de hechos que conducen a la condena.

La sentencia tiene unas incongruencias de narices porque reconoce que hay contradicciones en la versión de la menor que podrían quitarle la credibilidad, pero que se puede sostener por su falta de madurez. Si hasta sus padres, que no querían denunciar, la castigaron sin móvil. ¿Qué padres castigan a una hija por ser violada?

-La intimidación ambiental, clave en la elevada pena, se justifica en que hay tres adultos que la rodean, la desnudan con las luces apagadas mientras ella cruza los brazos al bloquearse y temer que actúen con violencia…

No hay intimidación ambiental por ningún lado cuando se ve claramente en un vídeo a una chica que está encantada con cuatro personas grabando un musical.

-Habló el jueves de que hay que acabar con las denuncias falsas.

Una menor puede hoy meter en la cárcel a quien quiera y lo siento mucho porque soy mujer, pero es así.

Es un delito que está de moda. Si la declaración de la víctima es persistente y creíble lo entiendo, pero es que aquí cambia de su versión cuatro veces. Han manchado la presunción de inocencia porque somos nosotros lo que tenemos que demostrar que no somos culpables cuando es la parte denunciante la que debería hacerlo.

-¿Está confiada en que la siguiente instancia rebaje la pena?

Tenemos muchas esperanzas y confiamos en que, tras perder la primera batalla, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León valore las pruebas que ahora no se han tenido en cuenta. Entre ellas, a la cuarta persona que estaba en la casa y que la víctima no reconocía. En el caso de Raúl, mi cliente, supuestamente viola a la joven en conjunto, pero a los pocos segundos se acuesta con ella con su consentimiento y después de darse unos besos en el pasillo. No hay por dónde cogerlo. Hay mucha gente que últimamente está mediatizada, pero los que conocen el caso saben que son inocentes.

-En algún momento, y más ahora, ha pensado que se equivocaron de línea de defensa y que podían haber partido de que sus clientes practicaron sexo consentido…

La verdad es que no paso nada de nada. La niña está mintiendo constantemente y por eso hemos hecho esta defensa.

(ABC)