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De Madrid al infierno: crónica de una muerte anunciada

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Por Laureano Benitez Grande-Caballero.- Desde que un día lejanísimo a un primate se le ocurrió bajar de su árbol allá en la garganta de Olduvai, el ser humano ha tenido una marcada proclividad a realizar movimientos de protesta contra el orden establecido, que han recibido diversos nombres según su naturaleza y sus características subversivas: revolución, asonada, rebelión, revuelta, pronunciamiento, golpe… y motín.

Los españoles, raza animosa y corajuda -por no decir ese adjetivo que todos ustedes tienen en mente- hemos protagonizado también nuestras subversiones, claro está, aunque no exhibamos una revolución como la francesa, por supuesto -nada envidiable, por otra parte, esa rebelión masónica-. Más bien, nuestra especialidad han sido otro tipo de movimientos de protesta, especialmente los pronunciamientos militares o asonadas, y los motines populares.

La esencia del motín es que consiste en una revuelta de las clases populares contra lo que se percibe como alguna forma de opresión e injusticia. Sin embargo, en ocasiones el motín va dirigido contra una potencia ocupante, una minoría étnica percibida como privilegiada, las élites oligárquicas, o una institución determinada causante de los agravios.

Quema de iglesias durante la Segunda República

Quema de iglesias en Madrid durante la Segunda República

Quema de iglesias en Madrid durante la Segunda República

Aparte de nuestras «Semanas Trágicas» y de las típicas matanzas de curas y quema de iglesias y conventos -de las que hemos tenido con profusión a partir del liberalismo jacobino del XIX- destacan en nuestra historia algunos motines significativos, todos protagonizados por el pueblo de Madrid.

Por ejemplo, tenemos el llamado «Motín de los -pues bajo ese nombre se conoce a los madrileños de pura cepa-, disturbio que se produjo en Madrid el 28 abril de 1699 como protesta a la carestía de alimentos -circunstancia motinesca que está en el origen de la mayoría de los motines que en el mundo han sido, por cierto-.

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Un motín más conocido es el famoso «Motín de Esquilache», que estalló entre el 23 y el 25 de marzo de 1766, en el cual se aunaron la protesta por la carestía de los productos básicos de primera necesidad, y la contestación a la política reformista de la primera etapa del reinado de Carlos III, encarnada por el ministro italiano Esquilache. Una de estas reformas consistía en eliminar de la vestimenta de los madrileños las largas capas y el sombrero de ala ancha, objetando que favorecían el bandidaje y el crimen. Los amotinados pidieron, además de la bajada del precio de loprincipales comestibles, la caída del italiano y que desaparecieran los extranjeros de la administración. Por supuesto, también exigía que se revocaran las ordenanzas en contra de la vestimenta tradicional de los madrileños. Hoy, sin embargo, la mascarilla parece formar ya parte de la moda madrileña, aunque, como la castiza capa que quiso abolir Esquilache, suponga que los madrileños van embozados, lo cual puede favorecer el bandidaje. Y es que los tiempos cambian que es una barbaridad.

El Motín de Aranjuez

El Motín de Aranjuez

El tercer ejemplo lo constituye el motín de Aranjuez, que tuvo lugar entre los días 17 y 19 de marzo de 1808, de contenido más claramente político, pues perseguía la destitución del valido Manuel Godoy, y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando.

Pero el motín más relevante, hasta el punto de que constituir uno de los hechos más destacados de nuestra historia, fue el glorioso levantamiento del 2 de mayo, durante el cual el pueblo de Madrid se sublevó contra la ocupación francesa, protagonizando una gesta legendaria que figura con letras de oro en la historia universal.

Cuando los franceses quisieron sacar del Palacio Real al infante Francisco de Paula -el único miembro de la familia real que permanecía en España-, al grito “!Que se lo llevan!”, grupos de madrileños se enfrentaron a las tropas francesas. Masacrados a cañonazos, la insurrección se extendió por la capital, produciéndose enfrentamientos entre el pueblo madrileño y los franceses, a pesar deje solo tenían como armas las castizas navajas, piedras, agujas de coser, y todo lo que pillaban a mano, llegándose a emplear como armamento el arrojar macetas desde los balcones. En cuanto al ejército, no hizo nada, excepto la rebelión que protagonizaron los capitanes Daoiz y Velarde en el Parque de artillería de Monteleon.

Las algaradas produjeron 409 víctimas y 170 heridos, de los que solamente la décima parte eran militares.

Según el historiador británico E. P. Thompson, la verdadera causa de los motines hay que buscarlo en lo que él llama la «economía moral de la multitud», definida como la conciencia compartida por un pueblo de estar siendo víctima de una injusticia sangrante, lo cual le mueve a sublevarse para recuperar su dignidad.

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En la actualidad, en vista de los furibundos ataques a la identidad y a la unidad de nuestra Patria, que está siendo objeto de un asalto despiadado por parte del NOM para destruirnos como nación, el pueblo español tiene tantos y tan variados motivos para amotinarse en contra de tantas opresiones e injusticias sangrantes, que me resulta realmente imposible entender por qué no se ha echado todavía a la calle en masa para mostrar su repulsa y su protesta por tanto dislate, tanta felonía, tanta corrupción, tanta mentira, tanta ineptitud, tanta tomadura de pelo, tanta cobardía y tanta complicidad con el NOM.

Por qué he sacado a colación en este artículo los motines protagonizados por los madrileños, hablando de un hecho sucedido en mayo cuando estamos en octubre? Pues que cada cual piense lo que quiera, porque de Madrid no se va ya al cielo, sino al inframundo, tremendo acontecimiento que, pese a su tragedia, no es sino la amarga crónica de una muerte anunciada.

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Opinión

“La exhibición del psicópata gobernante”. Por Alvise Pérez

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Opinión de Alvise Pérez:

Pedro Sánchez no monta el show por la denuncia a Begoña Gómez; un mitómano narcisista como él dejaría antes a su mujer que a la Presidencia del Gobierno de España que tanto le blinda judicialmente.

Sería fácil decir que todo ha sido por el Caso Koldo que nosotros mismos iniciamos y en donde yo mismo estoy personado como denunciante y víctima de dicha trama (gracias a ello sabemos los paraísos fiscales de Ábalos, las relaciones más que personales de Javier Hidalgo con Begoña Gómez, y todas las comisiones cobradas) pero como aquí se trata de encontrar la verdad, hemos advertido qué más ha coincidido con esta sorpresiva denuncia, y vemos un detalle importante: Hace menos de 24 horas la Audiencia Nacional reabrió el caso Pegasus sobre el espionaje a Sánchez.

¿Por qué la Audiencia Nacional ha reabierto el caso? Porque la DGSE francesa remitió este mismo mes al CNI ‘información de interés’ que la inteligencia española ha analizado y entregado al Juez.

Qué han logrado aportar los franceses es todavía un misterio: ¿Un trío en la sauna gay del suegro? ¿Las maletas de Delcy? ¿La trama de comisiones en mascarillas? ¿Datos del asesinato de cientos de personas en un interurbano de Madrid hace 10 años? No lo sabemos.

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Lo que sí sabemos es que las periciales del CNI certificaron el espionaje de 4 teléfonos móviles pertenecientes a:

1. Pedro Sánchez (Presidencia)
2. Margarita Robles (Defensa)
3. Grande-Marlaska (Interior)
4. Luis Planas (Agricultura)

Esto es; se hackearon 12GB en total (más de 3Gb sólo a Sánchez) sin contar claves para nubes de información (chats, mensajes, emails, metadata general, historial de llamadas, etc)

La pregunta en todo caso es: ¿Se irá Pedro Sánchez, o es una estrategia para reforzarse en el poder?

Difícilmente se vaya tras 6 años controlando la Justicia, colocando a la Fiscal General, traficando maletines por Barajas, siendo incapaz de justificar 39 vuelos a República Dominicana en los últimos 3 años, o la orden directa de crédito a República Dominicana de 46 millones de euros para “sanear las zonas costeras del país”y “un proyecto de hermanamiento para transformar la Justicia” del país (meros proyectos de blanqueo)

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¿Por qué tal dinero, por cierto? Pues porque en República Dominicana no tienes que tributar por lo que generas fuera pero sí por lo que haces dentro.

Es decir: Todo aquél que recibe dinero del exterior no tiene que declararlo y por tanto lo disfruta ‘íntegro’ para lo que desee.

¿Por qué, además, buscan todos la nacionalidad dominicana? Porque en ese país los nacionales pueden abrir empresas en el extranjero sin comunicarlo a ese país, y eso les permite abrir cuentas y sociedades en paraísos fiscales sin problema legal alguno con el dinero en efectivo robado en terceros países como España.

El próximo lunes Pedro Sánchez nos dará a conocer si ya ha robado lo suficiente para marcharse a República Dominicana como el resto de exPresidentes y Ministros impunes de este país, o si todo ha sido un ‘punch’ mediático para revitalizar la victimización persecutoria que tan bien se le da al mismo Presidente que ataca a la mujer de Feijóo y novio de Ayuso.

Lo único claro es una cosa:

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Estos parásitos de la partitocracia lo han podrido ya todo, y el próximo 9 de Junio tenemos que aplastarles con las papeletas que logremos gracias al boca a boca masivo.

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